jueves, 19 de mayo de 2011

Wolfang Amadeus Mozart



Introducción:

Wolfang Amadeus Mozart (1756-1791) desde muy joven demostró tener una gran facilidad para tocar el clavicímbalo y en la composición de partituras. Su padre, Leopold Mozart, lo educo y exhibio con su hermana, también una excelente clavecista y violinista, para obtener ingresos a costa de ellos. En aquel entonces se empezaba a estilar hacer conciertos en público, los cuales solo eran un privilegio de la nobleza.

Mozart perfeccionó los modelos musicales de su siglo, es decir, él consolido magistralmente las formas y técnicas de su época. Él se ve que es claramente influenciado por las composiciones de Haydn y J.S. Bach, y se identifica con el estilo clásico: melodías elegantes, delicadas y serenas, acompañadas armónicamente y que excluyen el contrapunto, que tuvo tanta fama en el Barroco. La obra de Mozart abarca practicamente en su totalidad todos los géneros musicales: desde el lied o canción y las danzas alemanas, e incluso, sinfonías y conciertos para solistas, hasta ópera.




El Mozart Primerizo

Desde su infancia, Mozart demuestra un talento musical prodigioso. A los tres años comienza a tocar el clavicémbalo y a los seis compone las primeras piezas. Esto hace que su padre Leopold, que además de ser miembro de la capilla episcopal de Salzburgo era compositor de cierto renombre y autor de un importante tratado para violín, decidiera dedicarse a la educación de su hijo y exhibir sus habilidades. De los 6 a los 15 años, el pequeño Mozart recorre, normalmente acompañado por su padre o de su madre, países como Francia, Inglaterra, Holanda e Italia, además de Viena y las principales ciudades de Alemania. Las cartas que evidenciaba actualmente constituyen una de las colecciones más numerosas dejadas por un artista, han permitido  conocer con todo detalle no solo su cronología vital sino también sus ideas y su variable estado de ánimo.
Sus actuaciones públicas no incluían solo la ejecución de piezas preparadas, sino que además tenían lugar en ellas lectura de conciertos a primera vista y la improvisación de variaciones, fugas y fantasías.

Salzburgo

Durante estas primeras giras tuvo encuentros con Goethe, el barón Grimm, pero, principalmente, conoció músicos que marcaron su obra: Johann Schobert en Paris, Johann Christian Bach en Londres, Giovanni Battista, Sammartini en Milán… En 1769, de nuevo en Salzburgo.

La gran cantidad de obras religiosas datan de este periodo, en el que Mozart estaba sometido a las obligaciones litúrgicas. La más conocida es la Misa de la coronación.

Mozart, independiente, en Viena
En 1781, Mozart, contrariando los consejos de su padre, decidió abandonar los servicios del arzobispo de Salzburgo y establecerse en Viena, ciudad que en aquella época tenia una gran vitalidad teatral y musical. El arzobispo de Salzburgo le impedía aceptar conciertos e invitaciones, lo que motivo la ruptura  definitiva. De esta manera, Mozart se convirtió en el primer gran compositor que intento trabajar independientemente.
Los primeros años en Viena fueron realmente prósperos. En poco tiempo se convirtió en un pianista y compositor reconocido, y unos pocos alumnos escogidos le suponían unos ingresos razonables. Es en esta época, de los 25 a los 35 años, cuando compone muchas de sus obras más conocidas. Las principales influencias sobre Mozart durante este periodo provinieron de un profundo estudio de Haydn y de su descubrimiento de la música de J.S. Bach.
En Viena compone la mayor parte de los conciertos para piano y orquesta, la mayor parte de las operas y seis cuartetos para cuerda dedicados a F.J. Haydn, quien fue gran amigo y admirador de Mozart.
Pero la prosperidad se irá extinguiendo. A pesar de que en 1787 se convirtió en compositor de música de cámara (kapellmeister) del emperador Joseph II, recibió un salario mucho menor que el que había recibido su predecesor, Gluck. Mozart escribió contradanzas, minuetos y danzas alemanas, que se dice que él también bailaba.

Triste Final
A partir de 1790, la suerte económica no le acompaño y los tropiezos se sucedieron más que los esporádicos éxitos musicales. Su salud era frágil. Se adhirió a la francmasonería y compuso obras para las ceremonias de este movimiento.

Mozart en su lecho de muerte acabando su Réquiem por Ch. F. Chambers. Ya al final de su vida y gravemente enfermo, Mozart se obsesionó por finalizar un Réquiem que le habia encargado un misterioso personaje. La obra quedo inacabada debido a su muerte, pero uno de sus discipulos, llamado Süssmayer, acabó lo que seria el testamento musical de Mozart.

Durante los últimos meses de su vida, Mozart vivió con la obsesión de la muerte, en parte por el misterioso encargo de un Réquiem que le hizo en secreto un aficionado. Murió sin haberlo acabado, a los 36 años, y prácticamente en la miseria. La partitura la acabo, en secreto, su discípulo Süssmayer. Su entierro se realizo en la más estricta intimidad: solo asistieron su mujer, unos pocos amigos y un fuerte temporal de invierno.

- Requiem:
I.Introitus (Introito):
  • Réquiem æternam (Dáles el Descanso Eterno, Señor)


II.Kyrie (Señor, ten Piedad)

III.Sequentia (Secuencia)
  • Dies iræ (Día de Ira)

  • Tuba mirum (Magnífico Sonido de Trompeta)

  • Rex tremendæ maiestatis (Rey de Tremenda Majestad)

  • Recordare, Iesu pie (Recuerda, Jesús Piadoso)

  • Confutatis maledictis (Confundidos los Malditos)

  • Lacrimosa (Día de Lágrimas Aquel)


IV.Offertorium (Ofertorio)
  • Domine Iesu Christe (Señor Jesucristo)

  • Hostias et preces (Sacrificios y Preces)


V.Sanctus (Santo, Santo, Santo)


VI.Benedictus (Bendito)


VII.Agnus Dei (Cordero de Dios)


VIII.Communio (Comunión)
  • Lux æterna (Luz Eterna)



La obra

Johann Sebastian Bach

Mozart tenía una gran facilidad para componer. Para ello no usaba el piano, sino que canturreaba. Consiguió una gran creatividad en géneros tan diferentes como la opera, la sinfonía, la música de cámara, la sonata para piano o violín, la canción…
Cuando escribía una obra, ya tenía en su cabeza imaginada prácticamente de principio a fin. Por el contrario, se cuenta que su cultura musical era relativamente escasa. Parece que descubrió las fugas de Bach muy tarde y que no conoció a los grandes violinistas italianos.




Serenatas
La mayor parte de la música de Mozart fue compuesta por encargo o para alguna ocasión especial. Como todos sus contemporáneos, Mozart era un “compositor comercial”. De esta forma, existen algunas composiciones suyas que tienen poco significado fuera de la ocasión social o comercial inmediata, como las numerosas series de danzas que escribió para los bailes de Viena. No obstante, hay obras que a pesar de haber sido creadas con el modesto objetivo de proporcionar música de fondo o de entretenimiento ligero para alguna ocasión efímera, tienen un valor musical notable. Es el caso de las serenatas.
Mozart compuso numerosas piezas para reuniones en jardines, serenatas, bodas, aniversarios o conciertos domésticos, destinadas a amigos o mecenas, y que habitualmente llamaba serenatas o divertimentos. La más conocida de las serenatas de Mozart es Eine kleine Nachtmusik, obra en cinco movimientos, compuesta en 1787 pero se desconoce paraqué ocasión. En general se trata de piezas sencillas. Algunas son similares a la música de cámara para cuerdas, con el añadido de dos o más instrumentos de viento; otras escritas para seis u ocho instrumentos de viento, agrupados en parejas, son música para ser ejecutada al aire libre; a pesar de que hay algunas que se acercan al estilo de la sinfonía o del concierto.

 
- Eine Kleine Nachtmusik:

Sinfonías, sonatas y música de cámara
De sus 41 sinfonías, destacan las tres últimas:

- La Sinfonía 39:





- La Sinfonía 40 en sol menor:






- La Sinfonía 41, llamada Júpiter:



Las sonatas para piano de Mozart, buena parte de las cuales él mismo interpretaba en los conciertos que ofrecía,  fueron creadas en diferentes épocas de su vida y en diferentes ciudades. Mozart compuso 19 sonatas para piano y entre estas destacan dos escritas en Mannheim y cinco escritas en París. Entre las de París escritas en su periodo medio, esta la conocida Sonata en la mayor que contiene la célebre Marcha turca. El Mozart maduro está presente en las cinco últimas sonatas.

- Marcha turca:

Conciertos para piano y otros instrumentos
Los conciertos para instrumento solista de Mozart siguen el esquema barroco de tres movimientos, rápido-lento-rápido. El primero se trata de una forma de sonata pero con una reminiscencia del Barroco con el uso de la contraposición tutti-solo. El segundo puede tener forma de sonata o de lied y el tercero suele ser un rondo casi siempre con carácter popular o de danza. En el género del concierto, Mozart estuvo especialmente influenciado por J.S. Bach.
En los años que paso en Viena, Mozart compuso 27 conciertos para piano y orquesta. Se trata de una de las producciones más importantes del compositor y que constituirán el modelo del concierto romántico.
El principio de los conciertos para piano son de una gran libertad estructural y originalidad. Mozart utiliza una gran abundancia de temas, y el dualismo entre el piano y la orquesta nunca acaba siendo un conflicto irreconciliable; es en cualquier caso, complementario, con movimientos incluso cercanos a la música de cámara.
La mayor parte de los conciertos para piano los compuso para interpretarlos el mismo, lo que explica que expresaran lo más intimo de su autor. De entre todos  los conciertos, el primero realmente significativo e innovador es el numero 9. Pero la plenitud en este género se consigue, principalmente, a partir del concierto número 14. El genio mozartiano está presente especialmente en los conciertos números 20 – que con su patetismo adelanta a Beethoven-, los liricos 21 y 23, solemnes 25 y 26, y el último, melancólico y sereno 27.

- Concierto número 9:
En su catalogo de conciertos también, están los cinco conciertos para violín, escritos todos el mismo año, 1775. En París, Mozart escribió el bello Concierto para flauta y arpa y la Sinfonía concertante para instrumentos de viento. El resto de la producción concertística de Mozart está constituida por un concierto para oboe, dos para flauta, uno para fagot, cuatro para trompa, una sinfonía concertante para violín y viola, y el melancólico Concierto para clarinete, una de sus últimas obras.

La ópera mozartiana, síntesis de estilos
Mozart adquiere un estilo propio y de gran éxito con su lenguaje operístico, que reúne las diferentes corrientes italianas, francesas y alemanas, así como también las de ópera “seria” y la bufa. Si hasta ese momento la música y el texto se disputaban protagonismo, Mozart opta claramente por la música. El mismo afirma: “En una ópera es totalmente necesario que la poesía sea hija obediente de la música”.
Su primera gran ópera es Idomeneo,  rey de Creta (1781), influida por Gluck. Por lo que respeta a la forma, sigue el modelo francés – protagonismo del coro, inclusión de marchas y ballets-. Fue escrita en Alemania.
Pero las operas más conocidas de Mozart fueron compuestas durante los últimos años del periodo vienés, Un rapto en el serrallo (1782). Aparte de La flauta mágica, las más populares son las tres operas bufas Las bodas de Fígaro, Don Juan y Cosi fan tutte, escritas con el estilo de la mejor traducción italiana. El libreto de estas tres operas es de Lorenzo Da Ponte. Mozart compuso una música elegante, donde la orquestación juega un papel muy importante y la voz de los personajes no se expresa solo con arias sino también con dúos, tríos y conjuntos de muchos participantes.
En la primera de las tres italianas, Las bodas de Fígaro (1784), el argumento de la cual busca la caricatura de la sociedad y las envidias y los líos de los diferentes sectores sociales, el diálogo se desarrolla en rápidos recitativos, acompañados de clavicémbalo. Las bodas de Fígaro, basada en la obra de Beaumarchais, tan solo tuvo cierto éxito en Viena.
Pero la buena acogida que tuvo en Praga le supuso el encargo de Don Juan (1787), obra que se represento en esta ciudad poco después. En esta ópera, el mítico don Juan de la época medieval adquiere una aureola de héroe inusual. La expresión de fatalidad y el clima de misterio que se respira hicieron que la obra fuera apreciada por los artistas románticos. La tercera de las italianas, Cosi fan tutte, compuesta en 1790, tiene un argumento bastante sencillo: dos jóvenes deciden comprobar la fidelidad de sus prometidas, disfrazándose y cambiando de pareja. Cosi fan tutte tuvo un éxito relativo.
La ultima opera que compone Mozart es La flauta mágica (1791), de gran espiritualidad, considerada una de las primeras grandes operas alemanas. Fue su amigo Schikaneder, que había conocido en Salzburgo, y que ahora tenía una compañía de teatro en los suburbios de Viena, quien impulso a Mozart a escribirla. La flauta mágica, una comedia llena de magia y efectos especiales, concentra buena parte de las ideas musicales del siglo XVIII: la opulencia vocal de Italia, el aria, o el Singspiel alemán (con dialogo hablado en vez de recitado, como también el humor popular que lo caracteriza). La afiliación de Mozart a la masonería se hace patente en su obra, con buena dosis de simbolismos y mensajes humanitarios. Mozart quería que esta fuera como un estamento de sus ideas.
- La flauta mágica:
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